El sector inmobiliario cerró el año 2024 con un repunte significativo. Según la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI), Lima experimentó un crecimiento del 30 % en comparación con el 2023, lo que evidencia una reactivación firme del mercado. Entre los distritos que destacan por su dinamismo en la compra de inmuebles se encuentran San Isidro y San Miguel, zonas que combinan buena ubicación, servicios y una creciente valorización del metro cuadrado.
Mientras tanto, otras regiones del país también muestran un impulso sostenido en este rubro. Ciudades como Piura, Chiclayo, Arequipa y Trujillo se perfilan como alternativas sólidas para quienes buscan adquirir vivienda en el 2025. Este crecimiento se explica por el avance de proyectos de infraestructura, mayor actividad económica regional y el aumento de la demanda residencial derivada de la migración interna y la expansión urbana. Algunas ciudades, como Piura, se consolidan como puntos estratégicos por su desarrollo agroindustrial y comercial, mientras que otras como Trujillo y Arequipa se benefician de la estabilidad económica y oportunidades laborales.
Jóvenes lideran el mercado
Una de las principales fuerzas que dinamizan el sector son los jóvenes entre 24 y 35 años, quienes representan el grupo más activo en la adquisición de inmuebles. Este segmento ve en la propiedad no solo una forma de lograr independencia y estabilidad, sino también una herramienta para generar ingresos pasivos. Para ello, acceden a créditos hipotecarios, financiamiento familiar o incluso plataformas digitales que agilizan el proceso de compra.
Los departamentos en zonas urbanas son la opción preferida, especialmente aquellos que ofrecen cuotas similares a las de un alquiler, lo que les permite mantener un equilibrio financiero. Esta elección responde a un enfoque práctico, en el que se prioriza la posibilidad de proyectar una carrera profesional, cursar estudios de posgrado o sostener un estilo de vida flexible sin comprometer su economía.
Preferencias y nuevas tendencias
El nuevo comprador urbano busca más que solo un espacio habitable. Hay una clara inclinación por edificios que integren áreas comunes funcionales, como coworking, zonas sociales, BBQ, terrazas y gimnasios. Estas características se alinean con la creciente tendencia del teletrabajo y la necesidad de combinar comodidad con productividad en un solo lugar.
Por otro lado, la compra de terrenos ha perdido atractivo entre los jóvenes. El alto precio del suelo, sumado a la falta de disponibilidad en distritos como San Isidro, Magdalena o Miraflores, ha hecho que esta opción sea poco viable. Por ello, el departamento en zonas céntricas y bien conectadas se presenta como la alternativa más realista.
La adquisición de una vivienda sigue siendo una decisión trascendental que requiere planificación financiera. Sin embargo, la oferta se está ajustando cada vez más al perfil del comprador joven, que prioriza la funcionalidad, la ubicación estratégica y la viabilidad económica de su inversión.
FUENTE: GESTIÓN